sábado, 25 de julio de 2015

¿Qué buscamos entender?
Un mundo que en esta transición de un fin del milenio y uno nuevo que se abre, el cual comporta profundas transformaciones, cambiando los paradigmas y sus significaciones…
Unas instituciones como formaciones sociales las cuales deben dar respuestas a estas transformaciones o reconocerse inadecuadas para hacer frente a los nuevos desafíos.  El de comprender y revelarse inefectivas por su forma de resolución de conflictos y el manejo de sus crisis en la neo cultura institucional.
Pero también;
Intentamos interpretar el malestar en las organizaciones a través de la sintomatología que la crisis produce en sus actores y comprender la real dimensión de las transformaciones sociales y empresariales a partir de una lectura de su incidencia e impacto en sus procesos productivos del trabajo diario y en su estructuración institucional socio empresarial y política, que junto a la impronta de su liderazgo puedan alcanzar la estabilidad y la direccionalidad deseada…
Como lo haremos...
a través del análisis, estudio y comprensión psicosocial de la organización, y lo que hemos denominado como la nueva
ecosociedad del siglo XXI, el cual nos permitirá interpretar la tensión entre los elementos estables que buscan sostener una identidad, lo instituido, y aquello que la cuestiona buscando su transformación, lo instituyente, a través de analizadores, y con ello obtener conclusiones y acuerdos para pasar a un nuevo nivel de relación social, una nueva ciudadanía,  productividad laboral y construcción de riqueza, a través de un nuevo acuerdo social y político, basado en el reconocimiento, la identidad,  la pertenencia institucional y la gerencia del conocimiento y el talento humano, como el nuevo pegamento para que, la moderna gestión empresarial y socio política que emerja, desarrolle las buenas prácticas de trabajo y excelentes relaciones sociales productivas con la aplicación de herramientas técnicas modernas y apostando a la innovación y al cambio como lo único permanente, pero ante todo siendo inmensamente...Honestos!

Oscar L. Moncada Duarte

lunes, 10 de junio de 2013

CONTINUEMOS CON PACIENCIA

Continuemos con paciencia

Por el presidente Dieter F. Uchtdorf
 Segundo Consejero de la Primera Presidencia
Las lecciones que aprendamos de la paciencia cultivarán nuestro carácter, elevarán nuestra vida y aumentarán nuestra dicha.
En la década de 1960, un profesor de la Universidad de Stanford dio inicio a un modesto experimento para poner a prueba la fuerza de voluntad de los niños de cuatro años. Puso frente a ellos un bombón grande y les dijo que podían comerlo enseguida o que, si esperaban 15 minutos, podían comer dos.
Entonces dejó a los niños solos y los observó desde el otro lado de un espejo falso: algunos comieron el bombón de inmediato, otros no esperaron más que unos minutos antes de ceder a la tentación y sólo un treinta por ciento logró esperar todo el tiempo.
Fue un experimento de leve interés, y el profesor pasó a otras áreas de investigación porque, en sus propias palabras: “no es mucho lo que se puede hacer con niños que están tratando de no comer bombones”. Pero siguió el rastro de los niños con el pasar del tiempo y se empezó a percatar de una correlación interesante: los niños que no pudieron esperar enfrentaron dificultades en etapas posteriores de la vida y exhibieron más problemas de comportamiento; mientras que los que esperaron demostraron la tendencia a ser más positivos y tener mayor motivación, mejores calificaciones, ingresos superiores y relaciones más sanas.
Lo que comenzó como un sencillo experimento con niños y bombones se convirtió en un estudio trascendental que sugiere que la facultad de esperar —de ser paciente— es un rasgo clave de la personalidad que puede predecir el éxito posterior en la vida1.
Esperar puede ser difícil
Esperar puede ser difícil. Los niños lo saben, al igual que los adultos. Vivimos en un mundo que ofrece comida rápida, mensajería instantánea, películas a pedido y respuestas inmediatas a las preguntas más triviales y a las más profundas. No nos gusta esperar. Algunos incluso sienten que les sube la presión si la fila que están haciendo en el supermercado se mueve más despacio que las otras.
La paciencia —la capacidad de aplazar por un tiempo nuestros deseos— es una virtud preciada e inusual. Queremos lo que queremos y lo queremos ya. Por tanto, la idea en sí de la paciencia puede parecer desagradable y, a veces, amarga.
No obstante, sin paciencia no podemos agradar a Dios; no podemos llegar a ser perfectos. De hecho, la paciencia es un proceso purificador que refina el entendimiento, aumenta la felicidad, centra la acción y ofrece la esperanza de la paz.
Como padres, sabemos cuán imprudente sería satisfacer todos los deseos de nuestros hijos; pero los niños no son los únicos que se echan a perder cuando siempre reciben satisfacción inmediata. Nuestro Padre Celestial ya sabe lo que los buenos padres comprenden con el tiempo: para que los hijos maduren y logren su potencial, deben aprender a esperar.
La paciencia es más que esperar
Cuando tenía 10 años de edad, los de mi familia llegaron a ser refugiados en un nuevo país. Siempre había sido un buen alumno… por lo menos hasta que llegamos a Alemania Occidental. Allí, mis vivencias educativas fueron muy diferentes. La geografía que estudiábamos en clase era distinta. También era muy distinta la historia que estudiábamos. Antes aprendía ruso como segundo idioma, y ahora era inglés. Eso era difícil para mí; es más, había momentos en que de veras pensaba que mi lengua sencillamente no tenía la forma necesaria para hablar inglés.
Debido a que gran parte del programa de estudios me resultaba nuevo y extraño, me atrasé. Por primera vez en mi vida empecé a preguntarme si tendría la inteligencia suficiente para los estudios.
Por fortuna, tuve un maestro que me enseñó a ser paciente. Me enseñó que el trabajo firme y constante —la perseverancia paciente— me ayudaría a aprender.
Con el tiempo, las materias difíciles empezaron a tener más sentido, incluso inglés. Poco a poco, empecé a darme cuenta de que si me aplicaba de forma constante, podría aprender. No sucedió de inmediato, pero con paciencia, lo logré.
De esa experiencia aprendí que la paciencia era más que sencillamente esperar a que algo pasara. La paciencia exigía esmerarse de forma activa por lograr metas dignas y no desalentarse cuando los resultados no se dieran de inmediato o sin esfuerzo.
Aquí tenemos un concepto importante: la paciencia no es ni una resignación pasiva, ni es dejar de actuar por causa de nuestros temores. Ser paciente significa esperar y perseverar de forma activa. Significa persistir en algo y hacer todo cuanto podamos: trabajar, tener esperanza, ejercer la fe y enfrentar las dificultades con fortaleza, incluso cuando los deseos de nuestro corazón se ven demorados. ¡La paciencia no es simplemente sobrellevar las cosas, sino hacerlo bien!
La impaciencia, por otra parte, es síntoma de egoísmo. Es una característica de los absortos en sí mismos. Es el resultado de una afección demasiado común conocida como el Síndrome de “creerse el centro del universo”, el cual lleva a las personas a creer que el mundo gira en torno a ellas y que todos los demás son simplemente actores de reparto en esa gran pieza teatral de la vida mortal en la cual sólo ellas tienen el papel protagónico.
Cuán diferente es esto, mis queridos hermanos, de la norma que el Señor nos ha puesto como poseedores del sacerdocio.
La paciencia: un principio del sacerdocio
Como poseedores del sacerdocio y representantes del Señor Jesucristo, debemos servir a los demás de una forma acorde con Su ejemplo. Por algo es que tarde o temprano prácticamente toda lección sobre el liderazgo en el sacerdocio hace referencia a la sección 121 de Doctrina y Convenios. Allí, en unos pocos versículos, el Señor dicta un curso magistral sobre el liderazgo en el sacerdocio. “Ningún poder o influencia se puede ni se debe mantener en virtud del sacerdocio, sino por persuasión, por longanimidad, benignidad, mansedumbre y por amor sincero”2.
Las prácticas y los rasgos de personalidad que se describen en estos versículos son el cimiento de la paciencia según Dios, y se encuentran conectados de manera inseparable al servicio eficaz en el sacerdocio y como patriarcas. Estos atributos les darán fuerza y sabiduría al magnificar sus llamamientos, al predicar el Evangelio, al hermanar a los integrantes del quórum y al prestar el más importante de los servicios en el sacerdocio, que es sin duda el afectuoso servicio dentro de las paredes de su propio hogar.
Siempre recordemos que una de las razones por las que Dios nos ha confiado el sacerdocio es con el fin de ayudar a prepararnos para recibir bendiciones eternas a medida que refinamos nuestra naturaleza mediante la paciencia que exige el servicio del sacerdocio.
Así como el Señor es paciente con nosotros, seamos pacientes con aquellos a quienes sirvamos. Comprendamos que ellos, igual que nosotros, son imperfectos. Ellos, igual que nosotros, cometen errores. Ellos, igual que nosotros, quieren que los demás no los juzguen de inmediato.
Nunca pierdan la esperanza en nadie, y eso incluye que no pierdan la esperanza en ustedes mismos.
Creo que en algún momento de nuestra vida cada uno de nosotros puede identificarse con el siervo de la parábola de Cristo que le debía dinero al rey y le rogaba diciendo: “Señor, ten paciencia conmigo”3.
A la manera y en el momento del Señor
Los hijos de Israel esperaron 40 años en el desierto antes de poder entrar en la tierra prometida. Jacob esperó siete largos años a Raquel. Los judíos esperaron 70 años en Babilonia antes de poder regresar a reconstruir el templo. Los nefitas esperaron una señal del nacimiento de Cristo, incluso sabiendo que si la señal no llegaba, perecerían. Las pruebas que enfrentó José Smith en la cárcel de Liberty hicieron que incluso el profeta de Dios se preguntase: “¿Hasta cuándo?”4.
En todos esos casos, el Padre Celestial tenía un propósito al pedir a Sus hijos que esperaran.
A cada uno de nosotros se nos pide que esperemos de una u otra manera. Esperamos respuestas a nuestras oraciones; esperamos cosas que en ese momento nos parecen tan correctas y buenas que no logramos entender por qué el Padre Celestial se demora en contestar.
Recuerdo cuando me preparaba para recibir capacitación como piloto de combate. Dedicamos gran parte de nuestra capacitación militar preliminar a hacer ejercicio físico. Todavía no me queda del todo claro por qué se consideraba que correr sin parar fuera una parte tan esencial de la preparación para ser un piloto. Pero corrimos y corrimos, y corrimos un poco más.
Mientras corría, empecé a darme cuenta de algo que, francamente, me perturbaba. Una y otra vez, me pasaban hombres que fumaban, bebían y hacían todo tipo de cosas que eran contrarias al Evangelio, y en especial a la Palabra de Sabiduría.
Recuerdo que pensé: “¡Un momento! ¿No se supone que soy yo el que tiene que poder correr sin desmayar?”. Pero me sentía agotado, como para desmayarme, y me pasaban personas que definitivamente no seguían la Palabra de Sabiduría. Confieso que en ese entonces eso me perturbaba. Me preguntaba: “¿Es verdad la promesa o no?”.
La respuesta no llegó de inmediato, pero con el tiempo descubrí que las promesas de Dios no siempre se cumplen con la velocidad o de la forma que nos gustaría, sino en el momento y a la manera de Él. Años después tuve una evidencia clara de las bendiciones temporales que llegan a los que obedecen la Palabra de Sabiduría, además de las bendiciones espirituales que enseguida llegan al obedecer cualquiera de las leyes de Dios. En perspectiva, sé con certeza que las promesas del Señor, si bien no siempre son rápidas, siempre son seguras.
La paciencia requiere fe
Brigham Young enseñó que cuando surgía algo que él no lograba comprender plenamente, oraba para que el Señor: “… [le diera] paciencia para esperar hasta que [pudiera] entenderlo por [sí] mismo”5. Y luego Brigham seguía orando hasta que lograba comprenderlo.
Debemos aprender que, en el plan del Señor, nuestro entendimiento llega “línea sobre línea, precepto tras precepto”6. En resumidas cuentas, el precio del conocimiento y del entendimiento es la paciencia.
Los profundos valles de nuestro presente suelen comprenderse sólo al mirarlos desde la perspectiva de las montañas de nuestras vivencias futuras. Con frecuencia no podemos ver la mano del Señor en nuestra vida sino hasta mucho después de que pasen las pruebas. A menudo, las épocas más difíciles de nuestra vida son los componentes básicos de los cimientos de nuestro carácter y sirven para preparar el camino hacia las oportunidades, el entendimiento y la felicidad en lo futuro.
La paciencia, fruto del Espíritu7
La paciencia es un atributo divino que puede sanar almas, abrir tesoros de conocimiento y entendimiento y convertir a personas comunes y corrientes en santos y ángeles. La paciencia es verdaderamente un fruto del Espíritu.
Paciencia es seguir con algo hasta el fin; es postergar el placer inmediato a fin de recibir bendiciones futuras. Es controlar la ira y refrenarse de decir cosas hirientes. También es resistir el mal incluso cuando éste parezca enriquecer a los demás.
Paciencia significa aceptar lo que no se puede cambiar y encararlo con valor, gracia y fe. Significa estar “[dispuestos] a [someternos] a cuanto el Señor juzgue conveniente imponer sobre [nosotros], tal como un niño se somete a su padre”8. En última instancia, paciencia significa ser “firme, constante e inmutable en guardar los mandamientos del Señor”9 a toda hora de cada día, incluso cuando hacerlo sea difícil. Como dijo Juan el Revelador: “Aquí está la paciencia de los santos; aquí están los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”10.
La paciencia es un proceso de perfección. El Salvador mismo dijo que con nuestra paciencia ganaremos nuestras almas11, o como dice otra traducción del texto griego: “con vuestra paciencia ganaréis dominio de vuestras almas” 12. Paciencia quiere decir perseverar en la fe, sabiendo que a veces es al esperar y no al recibir que más crecemos. Así era en los días del Salvador y sigue siendo así en nuestra época, porque en estos últimos días se nos manda: “Continuad con paciencia hasta perfeccionaros”13.
El Señor nos bendice cuando demostramos paciencia
Parafraseando al salmista de antaño: si pacientemente esperamos a Jehová, se inclinará a nosotros, oirá nuestro clamor, nos sacará del pozo turbulento y pondrá nuestros pies sobre una roca sólida; pondrá en nuestra boca cántico nuevo y cantaremos alabanzas a nuestro Dios. Muchos verán esto y confiarán en Jehová14.
Mis queridos hermanos, la esencia de la obra de la paciencia es ésta: guardar los mandamientos, confiar en Dios nuestro Padre Celestial, servirlo con mansedumbre y amor cristiano, ejercer la fe y la esperanza en el Salvador y nunca darnos por vencidos. Las lecciones que aprendamos de la paciencia cultivarán nuestro carácter, elevarán nuestra vida y aumentarán nuestra dicha. Nos ayudarán a ser poseedores dignos del sacerdocio y discípulos fieles de nuestro Maestro Jesucristo.
Mi ruego es que la paciencia sea un rasgo distintivo de los que poseemos el sacerdocio del Dios Todopoderoso; que con valentía confiemos en las promesas del Señor y en Su tiempo; que actuemos hacia los demás con la paciencia y la compasión que buscamos para nosotros mismos, y que continuemos con paciencia hasta perfeccionarnos (véase D. y C. 67:13). En el sagrado nombre de Jesucristo. Amén.
Notas
1. Véase Jonah Lehrer, “Don’t; The Secret of Self-Control”, New Yorker, 18 de mayo de 2009, págs. 26–27.
2. Doctrina y Convenios 121:41; véanse también los versículos 39–45.
3. Mateo 18:26.
4. Doctrina y Convenios 121:2
5. Véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Brigham Young (1997), pág. 81.
6. Doctrina y Convenios 98:12.
7. Véase Gálatas 5:22, 23.
8. Mosíah 3:19.
9. 1 Nefi 2:10.
10. Apocalipsis 14:12.
11. Véase Lucas 21:19.
12. Véase Lucas 21:19, nota b al pie de página.
13. Doctrina y Convenios 67:13.
14. Véase Salmo 40:1–3.


miércoles, 29 de mayo de 2013

Una breve relato de Vida


Nací un nueve de agosto según relato de mi bella madre María del Carmen, mujer viajera del tiempo y de nacionalidad universal puesto que salio desde muy chica traída por sus padres desde la madre patria en tiempos de Francisco Franco el dictador español que dio nombre al franquismo. Nuestra bella comarca de los orígenes de nuestro apellido Moncada viene de la provincia del Moncada la cual bordea la comunidad española catalana que da al borde con un espacio llamado Gijón. En su porte genético de sus ancestros recorre la estirpe Gallega de Pontevedra y lusitana de allí el apellido Duarte. 
Saliendo de prisa y ante la persecución franquista mis abuelos alzaron amarras y navegaron al encuentro con la América de la libertad...si esa de los sueños que anida en el corazón de cualquier inmigrante y que lleva como signo de destino, y como,  pasaporte de vida, porque aquellos de papeles para el viaje quedaron enterrados en la España de la guerra civil. 
Un día de no sé cuando, los arribó a una bella población - si una de esas que la conquista española denomino como su Pamplona peninsular - pero esta era la de este lado del charco: La Pamplona de Colombia. Allí transcurrió su niñez, obtuvo un nombre y una nacionalidad: Colombiana. 
A los 19 años la vida la sorprendió con este crío que llamó Oscar Leonel en la Ciudad de San Cristóbal, Venezuela, y según testigos de mi nacimiento, nacido en el Hospital Vargas a las 9:40 de la mañana a finales de los años cincuenta, en medio de rockandroll de Elvis Presley y el neo nato de los Beatles. Ya mis abuelos habían echado raíces en Venezuela. Los sueños cumplidos. Bonanza y prosperidad dada por el trabajo. Mis primeros pasos en escuelas diocesanas - hombre, como buen descendiente de españoles la educación debía ser en colegios de curas. Mi niñez transcurrió entre la finca de mis abuelos y los negocios de talabartería, embutidos y armería que eran los oficios de mis abuelos y muy bien aprendidos y que manejaba la familia, la cual combinaba con mis estudios. Aprendí el trabajo desde muy chico y al lado de mis abuelos de quien ostento los dos apellidos: Moncada Duarte. No había espacio para el apellido Sosa, si el de Pedro Arturo quien vino a ser mi padre diecinueve años después de mi nacimiento. Que coincidencia mi madre me parió a los diecinueve años de vida y yo conocí a mi Padre a los diecinueve años de la mía. Cosas de Madre - de mujeres decía mi abuelo - ostias!
Donde andamos hoy? cargando sobre mis hombros y sobre mi vida esa universalidad heredada. Una vida llena de apremios y de equipaje llenos de vivencias, aprendizajes, experiencias y de muchos momentos gratos llenos de felicidad que mezclados con los infortunios y los amargos le dan ese toque mágico al cóctel llamado Vida. Ese transitar me llevo a estudiar toda la primaria en Caracas en el Colegio San Ignacio de Loyola. como verán mi formación es de jesuitas o compañía de Jesús. En esos cambios de rumbo termino en en la ciudad de Maracaibo para concluir mi bachillerato e iniciar mis estudios universitarios. Inicio en 1975 mis estudios de Ingeniería. A los 22 meses de estudio en LUZ, salia ligero de equipaje y con unos sueños inmensos hacia el Norte..si al Norte de América: EEUU. Becado en Programa Gran Mariscal. Llegué a una bella Ciudad: San Francisco. California. Ella me esperaba con sus brazos abiertos. Cálida. Romántica. Era para ese entonces la cuna del movimiento hippie internacional. Allí estaba yo, - si este aprendiz de inmigrante y con sus genes de trotamundo - enfrentado al desenfreno, a lucha por la paz y el amor...al mundo de las tentaciones alucinógenas y al amor libre en pleno imperio de la píldora para las chicas. Pueden imaginar tanta algarabía y en medio de eso inicié mis estudios en Berkeley University. Un año de Estudio de Inglés y gramática Inglesa e historia de los EEUU. Egresé como  Industrial Engineer en 1982. Ingreso a la Industria Petrolera en el año 1983 a al Filial de Maraven. SA. En 1983 Inicio mis estudios de Educación Física y Deportes en LUZ.[UNIVERSIDAD DEL ZULIA] Egresando en 1986. En el año 1987 hago mi primeros Estudios de Postgrado. Universidad del Zulia. Egreso en 1989. En 1990 fui llamado por el Presidente Carlos Andrés Pérez a incorporarme en el Staff de gerentes del deporte en el IND Caracas. Me incorporé a la directiva del Comité Olímpico Venezolano. Estuve durante 6 años en el COV al Lado del Presidente Fernando Romero. En 1993 Estudie el PAG (Programa Avanzado de Gerencia)en el IESA San Bernardino Carcas. En 1995 Ciencias y Técnicas de Gobierno. Postgrado en el IESA ZULIA. En 1996 llego con mi equipaje y trastos a la Ciudad del El Vigía, trasladado por Maraven como Gerente ADP de la planta distribuidora del kilómetro 13. Municipio Alberto Adriani. Estado Mérida. Unos de mis sueños se habían cumplido: Estaba en la Ciudad amada. Ella bulocolica, intelectual y acogedora me tomo en sus entrañas. Desde entonces nació el idilio que no cesa.En el 2003 fui cesanteado injustamente por el Presidente Hugo Chávez en el Programa Aló Presidente del domingo 21 de Enero. En el 2004 Inicio Estudios de Maestría en Ciencia Política en la ULA Cepsal. Facultad de Ciencias Jurídicas, Politológicas y Criminológicas de la ULA. Culmino estudios en el 2008. En el 2007 Cursé un programa de Formación en Georgetown University en Liderazgo y Gobierno. Fui enviado como becario de la Gobernación del Estado Zulia por el Gobernador Manuel Rosales. Hoy me encuentro de nuevo en el camino enfilado ruta hacia nuevos senderos.Ellos cimentados en la experiencia, el conocimiento y en este aprendizaje humano llamado vida. Agradezco a Dios, a mis ancestros y a las tantas manos amigas que tomaron las mías y mi ayudaron en este transito de existencia. A mis mujeres de vida. A ellas mi amor sincero, porque llenaron esos instantes supremos de amor y felicidad. De entrega. A ellas les agradezco ser madres de mi prole: son tres hijos que engendré y tres que he criado con amor porque también son mío y en esos tránsitos de vida, también extendí la mano cuando unos ojos se toparon con los míos y penetraron mi alma y ataron el corazón. Confieso que he vivido, como expresó el Poeta Pablo Neruda, el chileno Universal.
Hoy en mi alma y en mis genes esta sembrada esa huella del inmigrante - del navegante de intrepedas aguas - del viajero en el tiempo - el que llena su vida de sueños, de esperanza, de motivos, el que no entrega una razón sino tiene sentido. El que ha llenado su morral con apremios, con vidas, con amores, con minutos de existencia transcurrida. En mi arde la llama de la universalidad heredada. Del nunca acabar. El que otea el futuro. el que lo domeña.  El que recibió el aprendizaje de que el futuro se construye viviendo el presente. Al que siempre le enseñaron que el ´Ahora´ es lo que construye los mañanas. Al que le hablaron siempre con sabios consejos de inmigrante: Hijo vive tu  vida porque es muy corta y vale la pena vivirla. Al que le sembraron en su corazón que para recibir, se debe dar sin medida sin esperar nada a cambio. Al que le enseñaron a tender la mano cuando alguien se encuentra caído. Que lo importante es no caerse, sino levantarse. Al que extiende su mano generosamente para invitar a caminar a otros en los senderos de la existencia. Aquí ando ahora...con amores y desencantos...con sueños cumplidos y otros tantos, esperando edición para verlos sentado en mi butaca del descanso. El del viajero que nunca arriba porque mientras haya vida, ella es aventura para vivirla. Aquí ando con mi equipaje, un poco mas ligero - de años transcurridos - viviendo, porque mientras haya motivos - el camino espera- . Si, aquí estoy yo, con mi alma de inmigrante, tejiendo esperanzas, amando como solo lo he sabido hacer. Buscando amarras para llegar a mi sitio de ensueños donde se encuentre el amor, la vida, razones inmensas por la que estoy vivo.... 
Enhorabuena!
Oscar Leonel Moncada Duarte
El inmigrante - el viajero - el navegante de aguas intrépidas...
Y su bella Ciudad Natal de San Cristóbal. vista desde el Sector Alto Viento. Parque Nacional. 

sábado, 25 de mayo de 2013


LAS TICS O TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN  APLICADAS A LA EDUCACIÓN  Y HERRAMIENTAS PARA UNA MEJOR PRESTACIÓN DE SERVICIOS EN LA EDUCACIÓN FÍSICA Y EL DEPORTE.

PROF. OSCAR MONCADA DUARTE

       Este artículo describe una modesta experiencia  vivida en nuestra formación académica y que se amplía en el actual curso de informática del programa Introductorio de nuestro postgrado en Educación Física de la Universidad de los Andes Mérida Venezuela.
   Un reciente trabajo de los profesores Eloy López Meneses, Guillermo Domínguez Fernández, Francisco Javier Álvarez Bonilla y Alicia Jaén Martínez, el cual se titula “Experiencia didáctica con estudiantes de postgrado sobre los roles del educador en la Sociedad del Conocimiento y la Comunicación con tecnologías 2.0”, perteneciente al Master del profesorado de Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachiller y enseñanzas de Idiomas impartido en la Universidad de Pablo de Olavide de Sevilla España, se expone la importancia del manejo de estas aplicaciones como “recurso didáctico para su formación como educadores, fomentando con ello su andamiaje socio cognitivo, y facilita la reflexión colectiva en red y la investigación en cuanto al rol del educador en la sociedad actual”(1)
     Como educador he sido testigo del desarrollo de las tecnologías de la información con plataformas digitales en los procesos educativos y fundamentalmente en los servicios que se generan en la Educación Física y el Deporte. Ellas son unas grandes aliadas a la hora de contactar con grandes públicos [mercados] para ofertar los productos y servicios que se prestan como comunidad profesional. Además, a través de ellas, nos proveemos de la información y el conocimiento interdisciplinario de las ciencias del deporte y la actividad física, la cual nos permite estar en permanente actualización profesional. Hoy en día es imposible pensar el proceso educativo sin las plataformas informáticas por lo menos a nivel universitario y nivel de estudios de cuarto y quinto nivel de postgrado.
     En mi pasantía por la Universidad de George Washington, EUA, en el 2007 y  la Universidad Pablo de Olavide, Sevilla, España, en el año 2010 en mi curso de Medicina del Deporte y Programa de Tenis organizado por la ITF, pude percibir los vientos de cambio que se suceden en esas sociedades. Esas brisas de cambio coinciden con el cuestionamiento a los viejos modelos transmisivos en las estrategias de la enseñanza y se refieren a que el aprendizaje memorístico por parte del estudiante y su evaluación mediante pruebas escritas esta quedando atrás y no son referencia de adecuado proceso de formación.
     Se insiste que los métodos de enseñanza deben potenciar la capacidad de aprendizaje autónomo por parte del estudiante, el desarrollo de competencias sociales, intelectuales y tecnológicas, el fomento de la reflexión colectiva y la evaluación formativa. Este contexto europeo y estadounidense marca la pauta de estas brisas de modernidad planetaria. No cabe duda que las TIC orientadas bajo un enfoque socio constructivista e investigador, jugarán un papel muy significativo para las sociedades que las incorporen en el proceso inmediato,  porque ellas brindan posibilidades y oportunidades para el desarrollo, puesto que a través de ellas se pueden: establecer comunicaciones sincrónicas y asincrónicas entre los diferentes miembros de la comunidad estudiantil, de profesionales, de investigadores, de consumidores, de ciudadanos de un país, de una ciudad, etc., para potenciar la construcción de agrupaciones colectivas internacionales y/o nacionales de conocimientos, ofrecer experiencias contextualizadas y significativas para el estudiante, favorecer la toma de decisiones y la resolución de problemas sociales por los estudiantes y los profesores, potenciar proyectos de investigación en equipo y desarrollar la capacidad para adaptarse a nuevas situaciones son los nuevos prismas pedagógicos que se abren en la educación con las Tics. La articulación de las TIC dentro del campo de la Actividad Física y Deportiva es una materia esencial para la formación de futuros profesionales del área; tanto en itinerarios educativos, de ocio, salud, especialización deportiva, etc. Las TIC son incuestionables, forma parte de la cultura tecnológica que nos rodea y con la que debemos convivir, al mismo tiempo que amplían nuestras capacidades físicas y mentales, así como las posibilidades de desarrollo social. El mejoramiento de nuestras destrezas como cursantes del postgrado en EF elevara nuestras competencias, habilidades y destrezas básicas que todo profesional del área de la Actividad Física y Deportiva debe poseer con el fin de mejorar, innovar, potencializar y optimizar los procesos y quehaceres profesionales, ofreciendo así una visión práctica del desarrollo y la aplicación de los nuevos medios dentro del área de la Actividad Física y Deportiva.
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1.     Revista Latinoamericana de Tecnología Educativa. Volumen 10 (1) (2011) 48 – 58

martes, 21 de mayo de 2013

La educación: tarea cercana y necesaria
La importancia de la Familia para una educación integral.
 
La educación: tarea cercana y necesaria
La educación: tarea cercana y necesaria


Hay una realidad humana tan cercana y necesaria para todos: la educación. Además en toda la historia del hombre ha sido el único camino a la perfección y desarrollo humano y de los pueblos. Por ejemplo piénsese en la polis griega, las culturas antiguas, el mismo cristianismo, etc. Pero ese desarrollo anduvo de la mano de qué se entendía por educar y cómo se entendía al educando.

Podemos decir que la educación “es el conjunto de acciones y de comportamientos dirigido a promover el desarrollo de la persona humana, que atiende a las múltiples dimensiones de la vida del hombre (física, moral, social, intelectual, religiosa), y que tiene como meta la realización cada vez más plena de la conciencia y del dominio de sí mismo, junto con la capacidad de comunicar y cooperar con las demás personas”. Esta nos parece una definición real e integral.

Educar es el acto más humano que tenemos los hombres y sólo nosotros. Los animales son adiestrados e instruidos, no obstante, el hombre es único de ser educado. Entonces es cultivado cuando es educado (tiene buenos modales). Se trata de educarnos y educar a los demás.

La teoría de El Emilio de Rousseau no encaja con la realidad humana. Pues la educación responde a la capacidad natural del hombre de ser social por naturaleza. Para educarse necesita de los demás, jamás un hombre se desarrolla aisladamente. Los otros y especialmente la familia ayudan al desarrollo del hombre. Me gustaría señalar que en la educación moderna –término en sentido histórico- hay, al menos, dos peligros en el campo educativo: parcializar la educación y reducir y depositar toda la tarea educativa a las instituciones públicas o privadas.

Primero, con respecto a la fragmentación educativa diremos que ésta tiene lugar a partir de épocas remotas. Podríamos ubicarla en el siglo XIV; aquí inicia los nuevos modos de ver el mundo, el hombre, el desarrollo. Pero el acento más fuerte de una educación parcializada o fragmentaria fue el siglo XVIII y XIX, cuyas consecuencias aún no hemos superado. Este modo de entender la educación fue impulsada por diversas teorías naturalistas, conductistas, políticas, deterministas.

Este modo de enfocar la educación tiene como lema: eduquemos para la utilidad, para la eficacia, sin saber quién es el educando y sin tener clara la finalidad de la educación. Se trata de hacer esfuerzos con objetivos de dar soluciones inmediatas y siempre útiles a distintos niveles y edades. Se busca lo más rentable, tiene prioridad la metodología y la técnica que en el sujeto educativo. Por ejemplo, según esta línea lo más importante es pensar en el ingreso al siguiente nivel del estudiante. Asimismo están condicionados por factores indicadores externos que hay que superar. La meta es el ingreso o la conclusión de algo. Es decir, la medida del resultado está fuera del educando y no a la interioridad o hábitos. No se busca la vida lograda, sino logros.

Hay un segundo peligro y es pensar que educar y ser educados debe ser reducido a la institución educativa (escuela, colegio, universidad, Iglesia). Es decir, según esta visión los únicos encargados de la educación serían los profesores y/o responsables. De tal modo que en la casa (la familia), los amigos, la calle, la diversión no entraría en el rubro educación. Estos lugares se deberían hacer y frecuentar como venga en gana. Esta es una idea equivocada. O es que ¿acaso los profesores muchas veces no se quejan del conflicto entre la escuela y la casa? Por ejemplo en el colegio se trabaja en lograr competencias (orden, responsabilidad, generosidad, respeto) y en la casa o calle se deshace con la actitud de los papás y vecinos. Si los elementos del proceso educativo (familia, sistema educativo, sociedad, política) están disociados todo se complica. Con la división no se puede construir.

En conclusión se trata de entender la educación como virtud, hábito de tener cosas buenas para todos los tiempos y hace que una persona tenga una vida lograda y cultivada. Esto es ser educado: aquél que adquiere las virtudes. Esta es la bien entendida educación personalizada. Para ser más claros necesitamos una educación integral. Esto es considerar que todas las áreas educativas son necesarias y urgentes para todos los tiempos. No se puede excluir las humanidades. Por otro lado todos los factores educativos, pero especialmente la familia, son imprescindibles para los éxitos en la educación. Se debe prestar atención más a la familia. La familia es el camino para el desarrollo humano personal y social.

Atte,
P. Arnaldo Alvarado
arnaldo.alvar@gmail.com
Jr. Unanue 300